Ha pesado bastante la derrota del pasado sábado en el Méndez Piana ante Sportivo Cerrito. Había un sentimiento colectivo previo que marcaba como resultado solo una victoria en Montevideo y para que lo viera todo el país por tele.
A pesar de lo juvenil que es el plantel, se han podido recuperar en lo anímico y el síndrome derrotista no se refleja en entrenamientos, que hasta el momento tanto el lunes como el martes fue todo dentro de lo esperado.
Los técnicos lo dejan bien claro y es algo que todos los jugadores ya saben que, de ahora en adelante, solo sirven los triunfos porque todo lo que no sea cosechar tres puntos, complica la temporada definitivamente. Ni siquiera se habla de empatar como buen resultado, porque hay muchos interesados para intentar conseguir el tercer ascenso a Primera División.
Los entrenamientos de parte del grupo son de muy buena onda y saben que jugando con tranquilidad, tendrán la capacidad de sacar el objetivo adelante. El lunes realizaron un trabajo diferenciado por la Rambla Costanera con cierta exigencia: 12 minutos de carrera, 1 minuto de descanso y 12 minutos más para terminar en el Parque Cincuentenario.
Los que no fueron titulares del partido en Montevideo hicieron un trabajo intemitente mientras que los titulares se basaron en recuperación y elongaciones. El martes trabajaron de multisaltos con pesas y de seguido en definiciones con pelota, mientras que por la tarde, el adiestrador Alejandro Méndez hizo un trabajo diferenciado con dos líneas de cuatro con los zagueros y volantes.
Su auxiliar Daniel Fiorito, lo hizo con los delanteros trabajando en su posición pero principalmente cuando no tienen el balón. Hoy miércoles por la tarde están citados todos para hacer fútbol en el Gaspar Prandi, pensando ya en lo que va a ser la visita a La Bombonera del Club Atlético Basáñez el sábado a las 16:00.
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